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El Buda Nazi



El objeto data de hace 1,000 años y fue descubierta en una expedición Nazi.


Parece argumento de película de Indiana Jones, pero es cierto. Una estatua budista que data de hace 1,000 años encontrada por una expedición Nazi en 1938 resulta tener un origen extraterrestre. Después de un análisis, científicos descubrieron que la roca en que fue labrada proviene de restos de un extraño tipo de meteoritos de la clase aaxite, aseguraron en un artículo publicado en la revista Meteoritics and Planetary Science.


La estatua, conocida como Iron Man, pesa 10 kg y se cree que representa un híbrido entre la visión prebudista y la budista del dios Vaisravana, el rey del Norte, también conocido como Jambhala en el Tibet.

El objeto milenario fue descubierto por la expedición científica alemana encabezada por el renombrado zoólogo Ernst Shäfer encargada por el jefe de la SS Nazi, Heinrich Himmler, por lo que se cree que los miembros de ese proyecto pertenecían al servicio secreto de la Alemania Nazi.

Tras la caída del régimen Nazi, Shäfer aceptó que recibió ayuda del gobierno para continuar con sus investigación de la vida salvaje y de antropología en el Tibet. Sin embargo, historiadores creen que Himmler sustentaba sus investigaciones en la creencia de que la raza aria provenía del Tibet.

No se sabe a ciencia cierta como descubrieron la estatua, pero se cree que la enorme suástica que tiene la figura labrada en el centro pudo animar al equipo a llevarla a Alemania. Una vez ahí formó parte de una colección privada, por lo que se pudo estudiar hasta 2007.

El primer equipo que pudo estudiarla estuvo encabezada por el doctor Elmar Buchner de la Universidad de Suttgart. El equipo fue capaz de clasificar la roca como ataxita, una rara clase de meteoritos de hierro con alto contenido en niquel.

La estatua fue cincelada de un fragmento del meteorito Chinga que cayó en la frontera entre Mongolia y Siberia hace 15,000 años. Mientras los primeros restos se descubrieron oficialmente en 1913 por buscadores de oro, creemos que este fue un fragmento individual del meteorito que se encontró miles de años antes”, dijo Buchnner en un comunicado que publicó Eureka Alert.

Los meteoritos inspiraron a muchas religiones como objetos divinos desde los Inuit de Groenlandia, hasta los aborígenes de Australia. Aún hoy día siguen existiendo sitios de adoración en el mundo basadas en meteoritos como la Piedra Negra en la Meca en Arabia Saudita, que se cree pueden ser restos de rocas espaciales.

Iron Man es la única figura conocida, hasta ahora, que se labró sobre un meteorito”, dijo Buchnner.

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